lunes, mayo 25, 2009

Dos ciudades en la distancia hermanas


Llueve en Bilbao. Llueve en Temuco. Llueve lenta, paralelamente. Llueve en Temuco, llueve en Bilbao. La lluvia las iguala. Llueve de memoria, llueve en cursiva, dice Blas de Otero. La lluvia es el personaje más importante de mi infancia, dice Pablo Neruda. Llueve hacia atrás. Bilbao se resiste a Zumalakarregi y Temuco (Fuerte Recabarren era su nombre) resiste al altivo araucano. Pero Temuko es araucana como Bilbao es vasca (iberopolita y africana, reta Eduardo Apodaca). Llueve sobre la araucaria, llueve sobre Ercilla en el centro de Bilbao, en el corazón de Chile, en el alma de la Araucanía. Un Ercilla admirado de gotas paralelas. No las damas, amor, no gentilezas de caballeros canto enamorados, verbo aguerrido en medio de la lluvia, del barro –barrizales del alma niña, y tierna, y destrozada. Vivifica la lluvia el alma de la tierra y respira y canta el mapudungun (lengua de la tierra) y el corazón antiguo del euskera. Bilboko, Temuko-ko arbolak oraindik lurraren hizkuntzaz egiten dute, mendiekin batera, berde, bizi-bizirik, sustraiak sakonki finkatuta eta hostoen begiak irekitzen. Euria da ta Ertzillak dena ikusi du, begietan malko ilun eta distiratsuak. Etorkizuna eta iragana, Temuko eta Bilbo nahastu ditu euriak, lau gelatako etxea da bihotza, Ertzillaren bihotzari odol berdea dario.

viernes, mayo 22, 2009

Bilbao Temuco



La calle Ercilla se extiende desde el centro de Bilbao hasta la Araucanía, el mundo entero es un Bilbao más grande, lo mismo que Islandia es parte del archipiélago de Izaro, que vendría a ser la isla pequeña, por oposición etimológica obvia y claramente demostrable: isla handia (isla grande), isla txikia, también llamada isla de Izaro.

la blogoteca