Lectura de la Escuela Llaima.
No es tarea menor la que se ha propuesto Consuelo Martínez, que no hace tanto participaba en el taller Sayenco del Liceo Gabriela Mistral con su querida profesora Eugenia Caamaño, y hoy ya está a cargo de otro incipiente taller en la escuela Llaima. Los niños nacen genios y la escuela suele encargarse de convertirlos en personas normales, algo de esto sabe el principito -y no es tan raro encontrar pedahogos que se dedican a ahogar la creatividad-. Lo mismo decía Miró en cuanto a la pintura, que había que volver a las cavernas para encontrarnos la plenitud creativa, es decir, la de la infancia de la especie. Por eso es tan importante que quienes enseñamos nos dediquemos fundamentalmente a aprender (docendo discitur, enseñando se aprende). En la foto, Guido Eytel, Dafne Meezs, Javier Aguirre, Juan Huenuán y Consuelo Martínez.
Fotos de la lectura